Descomunal artista, pensador, ingeniero, fisiólogo, urbanista, … El Renacimiento se define por un nombre: Leonardo.

Tanto para mejorar sus obras de arte como para satisfacer su extraordinaria curiosidad y aportar mejoras a la sociedad, da Vinci fue un infatigable investigador con un método cien por cien científico.

Estudió los efecto de la luz, el movimiento del aire y del agua, los planetas… y, por supuesto, el cuerpo humano. Mediante la observación obtuvo descubrimientos excepcionales, como el funcionamiento de la válvula aórtica.

¿Qué hubiera conseguido Leonardo con las herramientas actuales? Quizá hubiera descubierto algo tan esencial para nuestro organismo como el sistema endocrino y las hormonas, moléculas mensajeras que circulan por la sangre llevando órdenes a las células para regular desde los músculos al estado de ánimo.

Ahora sabemos que con la edad, la producción de estas sustancias empieza a fallar, causando desequilibrios en nuestro cuerpo. La ciencia ha conseguido reponer las moléculas que faltan y restaurar el equilibrio de un cuerpo joven mediante hormonas bioidénticas, químicamente “gemelas” a las originales. En GAIA PRO
AGING utilizamos esta innovadora técnica para garantizar el funcionamiento armónico del organismo y, por tanto, salud y juventud.